El ligue. Sé mala
La trampa del físico
Por mucho que lo neguemos, lo primero que nos atrae de una persona es su físico. Entre los detalles que les llaman la atención a ellos están los labios carnosos, los pómulos marcados y los pechos atractivos. A nosotras nos gustan altos, morenos y maduros. El primer vistazo, el primer interés se desencadena por la vista y, también, por el olfato: feromonas y sustancias químicas que no percibimos conscientemente, pero que nos influyen. La naturaleza nos impulsa a el ligue.
A los hombres, además, les gustan las rubias porque, inconscientemente, las identifican con la juventud y, por tanto, con una mayor fertilidad. El pelo lustroso y sin canas, la piel tersa y los buenos dientes son asimismo signos de juventud y, por tanto, de fertilidad. No nos engañemos, todavía nos movemos según instintos atávicos y por eso a nosotras nos gustan los maduros seductores: simplemente son hombres con una vida ya hecha que podrán colaborar con la crianza de nuestros retoños. En fin… Que nos creemos las reinas del corazón y la pasión y no somos más que esclavas de nuestros genes. Nos sentimos atraídas por los tipos seguros de sí mismos, entran en juego nuestras hormonas, toman posesión de nosotras y nos impulsan a…. el ligue.
Quizá sería razonable ser conscientes de hacia qué hombres o mujeres nos dirige la biología y poner un poco de cabeza para no caer en las mismas trampas y en los mismos tipos de personas una y otra vez, especialmente si nos causan problemas o nos hacen desgraciadas o ambas.
De todas formas, sea por la razón que sea, a todas nos gustan las buenas presas, suculentas, comestibles, buenorras, para mojar pan… Especialmente a las chicas malas que, además de atreverse a decirlo sin timidez, las cazan. O mejor aun, no lo comentan y las cazan sigilosamente.
Lo primero que tienes que tener para conseguir a cualquier hombre que te propongas y lograr tener con él la relación que desees es seguridad.
Así conduces… así vives
Una pregunta. ¿Conduces? ¿No? Pues ya puedes ir a sacarte el carnet y a comprarte un coche o a alquilarlo. Tengo una amiga que dice que la forma en la que conducimos el coche es reflejo de la manera en que llevamos nuestra vida y ella misma añade: «Y yo tengo carnet, pero no conduzco».
Apúntate a la cocheterapia. Conduce y, además de ser más independiente y de poder llegar por ti misma a cualquier sitio sin trabas de horas o de espacio, disfrutarás de una mayor dosis de autoconfianza. Las chicas buenas piden por favor que las lleven, las chicas osadas y tontas hacen autostop y las chicas malas van con su coche a todas partes sin pedir permiso a nadie y, también, cuando es necesario o les apetece, consiguen que las lleven hombres atentos.
Una vez tengas el carnet y el coche, rastrea tu confianza en ti misma.¿Eres brusca? Bueno, tienes que remediar eso en tu conducción y en tu vida.
¿Te da miedo ir por según que vías? Evidentemente, no puedes ir (aún) a todas partes en la vida.
¿Te sientes insegura conduciendo? Necesitas más confianza en ti, está claro.
¿Eres agresiva? Igual eres un pelín prepotente y esto te está perjudicando en tus relaciones con los demás.
¿Nunca sabes por dónde vas ni a dónde vas? Creo que no tienes claros tus objetivos en esta vida, analízate y, si quieres cambiar de dirección, reflexiona y ponle remedio.
¿Conduces peor cuando tienes a alguien al lado? Me parece que le das demasiada importancia a lo que opinan los demás de ti.
¿Siempre te pitan en los semáforos? Bueno, quizás deberías vencer esa tendencia a la dispersión.
Y suma y sigue… Analiza tu conducción y podrás saber muchas cosas de ti y ponerles remedio para no tropezar siempre con la misma piedra.
El fin no es lo importante
Ligar es siempre divertido, las chicas malas lo hacemos con naturalidad, sin culpa, sin inseguridad, sin expectativas… por deporte y placer. Ligar puede consistir, simplemente, en una breve conversación pícara, en un juego de miradas (o varios), en un intercambio de sonrisas… Y suma y sigue hasta llegar al cielo o hasta aplazarlo para una próxima vez… que igual se produce o quizá no, pero el ligue siempre es juego y en cualquier diversión interviene el azar, la suerte, la jugada del otro, prever los movimientos del contrario, apostar fuerte, dejar ganar una mano…
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